¿Quién se ha llevado mi queso?

Resumen del argumento

La historia transcurre en un laberinto en el que hay cuatro personajes buscando un queso/central quesera. Oliendo y  Corriendo (Oli y Corri) son dos ratones y Kif y Kof humanos con el tamaño de los ratones.

Los cuatro, tras buscar por el laberinto y perderse varias veces, encuentran la central quesera y comienzan a ''trabajar'' en ella aprovechándose de los quesos. Mientras que Oli y Corri madrugan todos los días y lo tienen todo bien organizado observando los cambios que se van produciendo en los quesos al alimentarse de ellos, Kif y Kof se limitan a dormir las mañanas, vivir la vida y disfrutar del queso sin preocuparse de que el queso pueda acabarse.

Llega el día en que los quesos de la central se acaban. Oli y Corri estaban preparados para ello ya que habían estado observando los cambios que se producían y día a día, por ello vuelven a salir al laberinto en busca de otra central quesera, conscientes de los peligros y de los beneficios por encontrar otra central quesera. Kif y Kof, por su parte, se quedaron asustados y lamentándose  en la central quesera esperando a que volviera a aparecer el queso y quejándose de que la vida no era justa.

Un día, Kof decide afrontar el problema e intentar superar el miedo por tener que volver al laberinto. Tras ir escribiendo en las paredes moralejas que va a aprendiendo con el transcurso de los días llega a otra central quesera, la cual ya habían descubierto Oli y Corri. Ambos le dan la bienvenida y Kof, para no volver a cometer el error anterior de no estar preparado par un gran cambio comienza a inspeccionar la central quesera. Anteriormente Kof había vuelto a por Kif a la anterior central quesera para que saliera con el en busca de una nueva central pero éste no quiso ya que estaba enfadado y triste porque le habían quitado su queso, además tenía miedo a afrontar el problema y tener que salir al laberinto de nuevo. Entonces Kof decidió emprender su marcha de nuevo hasta que logró el objetivo.

Crítica personal

La moraleja de este cuento es que hay que adaptarse a la situación que se está viviendo (trabajo, nuevas tecnologías, amor,etc.) y observar los cambios que se van produciendo día a día para que cuando haya un cambio repentino no nos pille por sorpresa y sepamos enfrentarnos al problema que se nos plantee y solventarlo sin mayor dificultad.